Un retrato de un ejemplar espléndido. No es demasiado habitual que un animal se acerque, se quede quieto cerca de ti, y se deje retratar permitiendo varias tomas. Este fue el caso de esta espectacular ave que seguramente esperaba alguna de esas recompensas en forma de golosina, que son tan habituales en los zoos pero que están prohibidas por la dirección del parque. La foto fue tomada en el Zooacuarium de Madrid. (uno de mis preferidos).
|
Deja una respuesta