Se trata de un abejorro buceando en una flor de cardo borriquero.
La ventaja de que el insecto tuviera la cabeza sumergida en las profundidades de esta flor, es que pude acercarme con el objetivo a muy poca distancia para fotografiarlo sin que saliera volando.
El enfoque quedó muy bien ajustado y se aprecian perfectamente los pelillos del insecto y los granitos de polen sobre su cuerpo.
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