Destaca el bebé en el centro de la foto, que a su vez está siendo fotografiado por su madre (supongo).
Para preservar la intimidad de las personas que aparecen, se hizo un picado desde un lugar elevado y se escogió una posición que dejara el Sol a la espalda. Luego de entre varias fotos se eligió aquella donde ninguna persona ofreciera una imagen de su cara que permitiera su identificación. Puede que alguna de ellas si se viera pueda identificarse a sí misma, al reconocer el lugarm el momento, su ropa y otras pistas, pero para un extraño es prácticamente imposible reconocer a nadie ni siquiera aumentando la imagen. La escena pese a todo aporta todos los elementos de una escena íntima familiar perfectamente anónima.